domingo, 7 de noviembre de 2010

ALMERIA, DONDE LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION

Según el diccionario de la Real Academia Española se define parque como “Terreno destinado en el interior de una población a prados, jardines y arbolado para recreo y ornato”

El pasado día 2 de septiembre de 2010 se reunieron en la capital las fuerzas políticas que representan a la ciudadanía para la inauguración del demandado parque del Andarax. El gran pulmón verde de la capital. Toda la sociedad almeriense se encontraba alborotada e ilusionada ante un hecho histórico para nuestra ciudad. Los políticos se vanagloriaban del éxito, los medios nos llenaban de artículos y tertulias cargados de optimismo. Por fin podríamos disfrutar en Almería de una zona de esparcimiento que muchos consideramos básica dentro de cualquier ciudad o pueblo de nuestra geografía. Parecía un punto de inflexión en la historia urbanística de nuestro municipio. Las cosas parecían cambiar.

Apenas han pasado dos meses de esta fecha y decidí darme una vuelta para ver con mis propios ojos el resultado de 7,8 millones de euros invertidos por los almerienses y gestionados por la Junta de Andalucía. Me habían dado advertencias negativas del lugar. Las noticias de la prensa informando de ridículas y habituales peleas políticas entre Junta y Ayuntamiento, para la recepción del parque, no ayudaban a tener demasiadas esperanzas, pero reconozco que nada me había preparado para lo que me aguardaba.

Cuando esta mañana de domingo he entrado al interior del parque del Andarax el espectáculo me ha parecido post apocalíptico. Una vorágine de sentimientos de decepción y furia me han inundado. Es patético y lamentable el estado en que se encuentran este espacio público. Describirlo como un descampado plantado con arbolillos sería generoso. La vegetación es ridículamente pequeña y con unos cuidados cargados de mimo (a los que no estamos acostumbrados en esta ciudad) tardaría décadas en dar porte y sombra. Una parte importante de los árboles y arbustos están completamente secos, cubiertos de maleza o en un estado lastimoso, lo que probablemente provocará que más temprano que tarde haya que realizar una “reforestación” masiva en este “parque”, con su consecuente gasto. La mayor parte de la superficie es tierra, debido a la inexistencia de césped o plantas tapizantes, lo que imposibilita el disfrute de la mayor parte de esta zona. Los caminos en muchos casos incumplen unos mínimos de seguridad. Casi todas las rutas están bordeadas por peligrosas hondonadas en la tierra que puede ocasionar accidentes a los niños que andaban jugando cerca de ellos. Un canal seco serpentea por casi todo el “parque”. Peligrosas estructuras de hormigón, tuberías, tornillos y piezas metálicas aparecen y desaparecen escondidos entre zonas que deberían ser de esparcimiento. Las jardineras están inundadas de una maleza que devora los rosales y resto de plantas decorativas o aromáticas. Los cuartos de baños están atrancados a cal y canto. El lago tiene la entrada cerrada con una verja metálica (lo que es de agradecer) y tiene unos acabados mediocres. La basura, bolsas y vegetales, empiezan a acumularse ante la inexistencia de mantenimiento. Podría continuar pero las fotos hablan por si solas. Si este lugar debe estar cerrado hasta que termine su adecuación que lo cierren pero no deberían mantener abierto al público unas instalaciones que a todas luces no están en condiciones para su apertura.

Ante esta estampa debemos buscar culpables. Los políticos deben asumir su responsabilidad. No entiendo como ninguna persona con un mínimo de dignidad se atrevió a protagonizar aquella inauguración. Hubiera comprendido y alentado que los representantes municipales se hubieran marchado de aquel acto, negándose a cortar aquella banda y posar en aquellas fotos. Es indignante comprobar como la única zona tapizada con algo de césped, piedras decorativas o paneles en buen estado están precisamente por los lugares donde pasearon aquella mañana Griñán, Comendador y compañía. Ninguno de los presentes en aquel circo mediático está libre de pecado y todos son responsables del bochornoso espectáculo que supone andar por este “parque” del Andarax. ¿Se habrían atrevido a inaugurar algo parecido en Sevilla, Málaga, Valencia, o Valladolid? Y lo que es peor ¿Cuánto tiempo y dinero gastaremos hasta acondicionar este erial? ¿Empezará ahora una patética lucha de quien tiene la culpa por todo esto? Mientras, la casa sin barrer y como siempre las consecuencias y costes las sufriremos la ciudadanía. Me pregunto con cierta pena y resignación ¿Cuándo llegará una generación política que saque a Almería de la mediocridad en la que estamos instalados? Me da igual que sean de derechas o izquierdas, de centro, de arriba o de abajo, solo pido unos representantes honrados con los votantes y serios con su gestión que asuman la difícil tarea de dirigir nuestra querida Almería.

Pero ¿y los almerienses? ¿Qué pasa con nosotros? El famoso pasotismo almeriense llega a tales cotas de sumisión. ¿No tenemos ni el más mínimo atisbo de orgullo regional o local? ¿Carecemos de anhelo de mejora o esperanza? Quiero a mi tierra con locura pero a veces me agotan estas situaciones, me pregunto que debe ocurrirnos para que levantemos la voz fuera de las tertulias de bar. Deseo creer que nuestro futuro es prometedor pero no es fácil. Los almerienses deberíamos comprender que podemos ser exigentes y reivindicativos y que si no lo somos, jamás lograremos levantar el vuelo. Ya lo dicho el refrán: “El que no llora no mama”

Maleza y restos vegetales invadiendo los jardines


Vista panorámica

Vista panorámica

Troncos arrancados en medio de los jardines

Zona ajardinada en estado de abanadono

Canal vacio y atrancado con rocas

Entrada principal del parque. Lugar donde se realizó la inauguración del parque.

La patria de la piedra natural, me imagino que por eso las terminaciones son de hormigón.

Cuartos de baño atrancados con maderos.

Papeleras sin limpiar.

Rótulos a largo del parque (un papel pegado encima del tablero)