sábado, 29 de enero de 2011

VERGÜENZA DE JAIRAN
























Creo que sobran los comentarios sobre la aberración que han realizado en la reconstrucción de dos torreones de la muralla de la Hoya.

Lo único bueno que se puede sacar de esto, que poco a poco algunos colectivos almerienses van protestando y luchando por todas las afrentas diarias que sufrimos en nuestra tierra. Esta mañana nos hemos unido un buen grupo de personas a los pies de la muralla para protestar por esta reconstrucción indecente.


domingo, 23 de enero de 2011

¿CUANDO SALDREMOS DE LA CRISIS?

Esta pregunta y su consecuente respuesta son con seguridad la cuestión que más incertidumbre lanza contra la mayor parte de la ciudadanía. Pero no quiero planteársela ni al nefasto gobierno que sufrimos, ni a la patética oposición que tan pobre alternativa nos brinda. Deseo hacérsela a todos y cada uno de los españoles. ¿Cuándo saldremos de la crisis? Pregunto. Pero realmente me gustaría escribir ¿qué es exactamente salir de la crisis? Si la sociedad considera que el capitalismo salvaje que hemos vivido estos años es lo normal y que la crisis no acabará hasta que no volvamos a la misma situación de antes, estamos tristemente equivocados. Lo único que conseguiremos serán otros siete años de vacas gordas seguidas de las flacas y así hasta que nos aburramos. Quizás para otros, salir de la crisis es volver a tener pleno empleo como antes. También creo que es un error, puesto que el empleo por el empleo no soluciona todos los problemas ¿para que queremos el pleno empleo si la economía es un gigante con pies de barro como antes? No duraría mucho tiempo y volveríamos a los ciclos ad eternum de desempleo que periódicamente desgastan a España. No era normal y mucho menos aconsejable la situación que teníamos antes, pero claro, todos teníamos el buche lleno así que nadie se quejaba. Quizás por eso, esta crisis es sin lugar a dudas la de la avaricia. Pero esta avaricia ha salpicado desde el más grande al más pequeño. Tenemos una economía en la que tenemos una desorbitada sobreoferta de trabajo cualificado para unas empresas que no lo demandan. Esto provoca situaciones ante todo inauditas en las cuales la pirámide salarial dentro de una empresa está completamente distorsionada. Mal va una economía en la que una limpiadora de un colegio gane el doble que un ingeniero. En la que un peón echando metros gane más que el arquitecto. Un mozo, un operario o una manipuladora ingresen en casa más que un licenciado. Una tienda de barrio o un bar ganen miles de euros limpios todos los meses. Son ejemplos verídicos y claros síntomas de que algo no funciona bien en nuestra economía. Pero todos teníamos el bolsillo lleno y no nos interesaba quejarnos. Prefiero un BMW en mi garaje que un nuevo instituto tecnológico en la ciudad. Estos personajes, para justificar sus incomprensibles ingresos, hablaban como expertos de la regla básica del capitalismo, ley de la oferta y la demanda. “Yo no tengo la culpa de que haya muchos abogados”, “si no hay nadie para hacer chapuzas, esto es lo que vale mi tiempo”. Pero ahora me entra la risa escuchándolos, piden que nos apiademos de ellos, dejan de lado el capitalismo y piden ayudas sociales, que la sociedad debe contribuir para que sus familias no pasen “hambre”. Personas que en la última década han ganado lo que otros en treinta años piden ayuda. Y habrá que dársela porque sino acabaran arrastrándolo todo en su caída. Pero también hay que exigir responsabilidades, pero no solo a los grandes empresarios o los banqueros, sino a todos. Entiendo que un desempleado que ha ganado mucho dinero le es difícil asumir que quizás debe volver a ganar novecientos euros de camarero, peón agrícola o vigilante pero hasta que no se den cuenta de que jamás volverá lo de antes no terminaremos con esta crisis que en muchos casos empieza a ser mental, para estas personas ganar mil euros es crisis cuando deberían darse cuenta que quizás sea un buen sueldo para su trabajo y capacidad y quizás es lo normal aunque a ellos les parezca una hecatombe económica. Desgraciadamente algunos se han dado cuenta cuando han agotado el subsidio de desempleo y el mercado laboral está más difícil que nunca. Quizás debamos darnos cuenta que salir de la crisis no es solamente volver a tener pleno empleo. Salir de la crisis es reconstruir las bases de nuestra economía y replantearnos hacia donde queremos ir. No hablo de romper con el capitalismo o el modelo social pero si de plantearnos las cosas con un plazo superior a cuatro años. No me creo que haya en este país cuatro millones de desempleados, al igual que no me creía que hubiera pleno empleo anteriormente. Pero de lo que estoy seguro es que muchas cosas tienen que cambiar, y lo primero, nosotros mismos. Debemos ser conscientes de que cada trabajador y empresario es una pieza dentro de un engranaje mayor y si empezamos a chirriar todo acabará yendo mal. Debemos entender que los empresarios son los que generan empleo por lo que hay que echarles un cable y borrar la imagen de seres horribles que intentan aprovecharse de sus trabajadores pero ellos deben entender que deben invertir para ganar y que bajar salarios y despedir personal no son las únicas maneras de bajar los costes empresariales, por abrir un cierre todos los días no tienes derecho a echarte a dormir y continuar ganando dinero, debes revertir los ingresos en el negocio. La inversión no es solo para grandes empresas que compran futurísticas maquinas, quizás un lavado de cara a una tienda para hacerla más atractiva es más que suficiente. Los trabajadores debemos hacernos a la idea de que quizás nuestro trabajo no valga lo que anteriormente hemos cobrado y que si hasta hace poco ganábamos dos mil euros siendo operarios en una fabrica realmente lo que valía era la mitad puesto que un ingeniero gana de becario quinientos o un periodista da las gracias si consigue meter en casa mil euros, si encuentra trabajo claro. Los salarios deben ir concordes con nuestra responsabilidad y nuestra formación en la medida de lo posible y no basarlo únicamente en la demanda puntual de una coyuntura de mercado. La formación es un punto fuerte y parece que en este país solo existe dentro de la universidad. Pido a los que son padres que rompan con el tópico que tanto daño está haciendo de que todos sus hijos vayan a la universidad. Escuchad a los hijos aunque pensemos que no saben lo que quieren y que es mejor una “carrera con salidas”, quizás tengan mejor porvenir fuera de ella. La formación no es solo universitaria, el futuro de nuestra formación está en la formación profesional y en disminuir el porcentaje de estudiantes universitarios (Alemania tiene menos porcentaje de universitarios que nosotros y ya nos gustaría tener su economía). Un trabajador de una fabrica, de un bar, de un invernadero o de una tienda, un autónomo que sea mecánico, fotógrafo o joyero, deben estar formados. No solo continuando el instituto o como aprendiz en un taller, sino durante toda su vida laboral. Formación continua, un profesional que consiga esto tendrá mucha más formación que la mayoría de los universitarios. Esa es la clave del éxito. Formar, invertir y producir. Para todo esto se supone que están los políticos, pero esta gente no son capaces de controlar el gasto de sus administraciones difícilmente conseguirán transmitirnos un ejemplo de austeridad e inversión a la ciudadanía. Nos tienen inmersos en este neofeudalismo en el que ellos han conseguido su hueco como clase social aparte y no les interesa que las sociedades se pregunten demasiado sobre su gestión diaria. Exijámosles, no debemos asumir con tanta naturalidad afirmaciones tan de la calle como que “todos los políticos roban” o que “la mayoría de los funcionarios son unos vagos”. Cambiemos esa mentalidad y reclamemos que se ganen el sueldo que entre todos les pagamos. Parecen muchas las propuestas, pero creo que se resumen principalmente en que debemos darnos cuenta que para salir de la crisis estamos obligados a ver que la situación de normalidad no es la vivida en la última década. No era normal y debemos concienciarnos de ello. Dejando de esperar que venga una hada mágica que solucione nuestros problemas con un golpe de su varita y luchar por un futuro que espero y estoy que será prometedor.