lunes, 22 de febrero de 2010

ALMERIA, EN BUSCA DE SU IDENTIDAD

Este año se cumplen los treinta años de autonomía andaluza y desde entonces, los almerienses, estamos buscando nuestra identidad en muchos ámbitos. Nos ha tocado vivir en una tierra de frontera y como tal no tenemos bien definidas nuestras características culturales como pueblo. Por un lado Almería pertenece cultural, económica e históricamente al Sureste peninsular pero políticamente a la Andalucía atlántica que actualmente tiene cogida el mango de la sartén de la autonomía y que trata de imponer su modelo cultural al resto. Andalucía es tan amplia en todos los aspectos que en si mismo peca de centralismo y de todas las negatividades de una nación polarizada en una de sus vertientes. Almería como la provincia más oriental y más alejada del poder uniformador es la que más sufre este choque de personalidades. Para explicarlo me gusta utilizar las fiestas locales de la capital que son un claro ejemplo de nuestra ambigüedad y deriva identitaria. Carnavales, Semana Santa, Cruces de Mayo, Feria, etc. las tenemos todas pero no tenemos ninguna, ninguna de estas festividades tienen un seguimiento masivo y entregado por parte de la población local, ¿desidia y pasotismo? no creo que sea así, me parece normal que ninguna de ellas exploté porqué ninguna consigue adaptarse a la idiosincrasia almeriense. Tratamos de imitar con más o menos suerte y seguimiento los cánones oficiales establecidos por esta autonomía centralizadora, esto provoca que ninguna termine de sacar el autentico espíritu de los almerienses. Por nuestras calles podemos ver funcionando a medio gas Carnavales de Cádiz, Semana Santa sevillana o Cruces granadinas. Cierto es que alguna vez existieron modelos propios pero debido a la desidia, los avatares históricos y a la “colonización” cultural de estos treinta años se han perdido irremediablemente en el tiempo. Mi hermano mayor me cuenta que hace treinta años cuando era niño, en San Antón, todas las plazas del Almería se llenaban de hogueras y vecinos comiendo y bebiendo. Esta tradición ha desaparecido casi por completo, salvo en reductos de la Almedina. La feria está viviendo horas bajas, es cierto que la feria del mediodía (también exportada de Málaga) consiguió volver a hacerla cobrar vida, pero no como deseaban los políticos, con vestidos de faralaes, bailando sevillanas y bebiendo fino, sino con sombreros de paja, camisetas hechas por grupos de amigos y bebiendo tinto y cerveza. Hoy en día, con las medidas que se están tomando estos últimos años, ha vuelto a venirse abajo. La fiesta del Pendón está completamente extinta por culpa de las ridículas disputas entre los trasnochados que se apropian de la historia y los pseudoprogresistas de lo políticamente correcto. Las únicas festividades que podríamos decir que siguen atrayendo a las masas son San Juan y la romería a Torregarcía. Mar, fuego y comida. Parece que es lo que más gusta a los almerienses ¿por qué no se trata de fortalecer y acrecentar estas celebraciones en lugar de colocarle a todos los niños un pito de carnaval o un traje de sevillana en febrero? Solo conseguimos disgregar los gastos destinado a las festividades y la cultura. ¿No es mejor tener poco pero de mucha calidad que mucho y mediocre? El que mucho abarca poco aprieta. Deberían promocionarse los trajes de refajona, el trovo alpujarreño o la jota velezana por poner un par de ejemplos. No es lo típico andaluz, pero si lo culturalmente almeriense, quizás esto cuaje más y mejor si se le da la suficiente promoción. Todas las provincias de nuestra autonomía tienes este tipo de diferencias pero quizás en la nuestra esté más acentuado debido a su carácter periférico. Probablemente existen autonomías distintas con más similitudes culturales entre ellas que muchas provincias dentro de la propia Andalucía. Desgraciadamente el estado de las autonomías está muy asentado tal y como lo conocemos y es muy difícil que estas situaciones se modifiquen con el tiempo, lo andaluz pretenderá ser cada vez más andaluz y con el gran crecimiento de la población que está experimentando nuestra tierra, lo almeriense se va diluyendo. Las instituciones locales deben evitarlo y los ciudadanos deben poner algo de nuestra parte y empezar a apreciar más lo nuestro, hasta que no respetemos y conozcamos nuestras costumbres, fiestas y tradiciones no llegaremos a apreciarlas y a disfrutarlas al completo.



1 comentario:

  1. Esto no es la globalizacion Sevillana.
    Aqui todos a bailar sevillanas que es lo tradicional.

    Salu2

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