TURISMO EN ALMERIA

El otro día pude leer en prensa el titular “Los turistas de cruceros huyen a la Alhambra”. Y es que la oferta turística de Almería deja muchísimo que desear, no por falta de posibles atractivos si no por la nefasta manera de ponerlos en valor. Monumentalmente Almería tiene bastante que ofrecer, está claro que no somos una ciudad puramente monumental como Granda, Toledo o Santiago pero es cierto que he visto ciudades con mucho menos y con bastante turismo, ¿por qué? Porqué saben exprimir lo que tienen. Solamente en la ciudad disponemos de catedral, unas 6 iglesias más o menos atractivas, dos conventos del siglo XVI, varias casas palaciegas, uno de los castillos más impresionantes de España, varios castilletes y torreones, un entramado de callejas muy aprovechable y otros monumentos y lugares entrañables que en buenas condiciones podrían ser muy atractivos para el turismo como el museo, los refugios, la antigua estación de tren, el cargadero… El problema la nula puesta en valor de todos estos elementos y la falta de cuidado de la ciudad. La alcazaba está totalmente infravalorada a nivel nacional y su interior ahora mismo es pobre y poco aprovechado. Las iglesias están SIEMPRE cerradas, salvo para el culto. Podría contar como anécdota personal que esperando que abriesen una tienda en la plaza de la Virgen del Mar unos turistas españoles se quejaban muy amargamente sobre esto “muchas iglesias y todas cerradas, no se entonces para que las ponen en los folletos…”. ¿Tanto costaría llegar a un acuerdo con la Iglesia para dotar a los monumentos de horarios de visita decentes? Incluso se podría poner algún tipo de seguridad como los serenos que existían hace unos años en la ciudad. ¿Es complicado sacar un bono-iglesia por 3€ o similar?. El entramado de callejuelas que hay entre la Puerta Purchena y la Iglesia de San Juan, especialmente las cercanas a la alcazaba, deberían estar, literalmente, plagadas de tiendas de recuerdos y bares destinados a los turistas. Cuando viajamos, a mucha gente le encanta perderse entre los puestos de camisetas, artesanía típicas, postales, peluches, productos gastronómicos, etc. cualquier ciudad turística que se precie es así. En Almería solo tenemos una solitaria tienda de recuerdos de artesanía marroquí cerca de la Alcazaba, un kiosco en el Paseo y otra en la calle Las Tiendas. Si la calle Almanzor, Almedina, Molino Cepero, Plaza Vieja, etc. estuviesen plagadas de estos comercios veríamos si no tendrían encanto, ¿tan difícil es promocionar ese tipo de comercio en una zona? Se podrían poner exenciones de impuestos, ayudas para empresas turísticas, etc. ¿Tan difícil sería cenar en un restaurante en un terrao a los pies de la alcazaba y viendo el mar?. Los edificios palaciegos como el Casino, los palacios de Almansa y Cabra son sedes oficiales, lo que significa que por muy bonitos que sean solo los disfrutan cuatro funcionarios tecleando todo el día. ¿No se podría enviar a los funcionarios a un edificio funcional a las afueras y darle un uso cultural y turístico a todos esos inmuebles? ¿Un museo de arte en la actual sede de la Junta. Otros monumentos están olvidados como el Cable Ingles que se acabará viniendo abajo y otros que directamente no se consideran monumentos ¿tan imposible sería imaginarse una excursión en barco desde el puerto hasta el castillo San Telmo (vamos que hacen cuando lo rehabiliten) donde te dejan en un pequeño embarcadero y subes a un museo del ejército o de las históricas Guardias de la Costa? El Cuartel de la Misericordia que podría ser utilizado como zoco de artesanía, museo de ciencias naturales o de mil cosas más, parece que finalmente se va a dedicar de biblioteca, residencia de estudiantes y para que las asociaciones de vecinos se reúnan. Unos usos que perfectamente podrían realizarse en otras ubicaciones, incluso cercanas, sin que se perdiese un uso público del lugar de un inmueble de interés. Podría llenar un libro enumerando sitios o propuestas, pero si a todo esto le sumamos que no existe una estructura que vaya dirigida al turista seguimos sumando puntos en contra de Almería. En cualquier ciudad turística que se precie de ello, dispones de líneas de autobús desde ciertos sitios hacia los puntos de interés más importantes, líneas continuas para el traslado de turistas a los destinos principales, Cabo de Gata, Tabernas, Alpujarra, Los Millares, Mojacar, etc. En cuanto llegas a cualquier sitio turístico te asaltan empresas de excursiones, aquí como mucho te dan información de los autobuses de línea que con mucha suerte te dejan relativamente cerca del sitio al que deseas ir, así que como no vayas en vehículo propio no puedes ir a ningún lado. He viajado a sitios bastante menos importantes en el plano cultural e histórico que los Millares pero con autenticas colas de autobuses, porqué las autoridades se preocupan en darlos a conocer y dar facilidad para su visita, nos olvidamos que es la ciudad del metal más importante de Europa. Hace poco estuve en Amsterdam, para entrar en la casa de Anna Frank había colas de dos y tres horas, en mi opinión una casa casi vacía por completo y con un interés que cuestionaría tanta afluencia de público. Sin embargo todas las rutas turísticas de la ciudad lo consideran un sitio indispensable de la ciudad. Clara muestra de un lugar que es promocionado correctamente. Tenemos espacios naturales asombrosos en Sierra Nevada, Los Filabres, Cabo de Gata, Los Vélez o Tabernas y son totalmente desconocidos para el gran público. ¿Tan difícil sería disponer de un autobús que te llevase hasta el puerto de la Ragua y te llevara a visitar Bayarcal, el castañar de Paterna, Laujar y Fondón con su correspondiente guía? ¿o quizás una ruta que te suba a Gergal, Calar Alto, Las Menas hasta Serón a comprar jamones? ¿Vélez Blanco, Vélez Rubio, Maria o la ruta de las Hidroeléctricas…? ¿Senderismo por el Rio Aguas o por Cabo de Gata?. Toda la oferta está muy disgregada y la dejan demasiado a una demanda que nunca llega a despegar, quizás la administración debería preocuparse en ordenarla, fomentarla y ayudarla hasta la consolidación. No estoy pidiendo que los ayuntamientos monten tiendas o restaurantes por media provincia, estoy hablando que las autoridades ayuden y fomenten a la creación de estas empresas, que ordenen la oferta turística para que sea accesible y atrayente y que la potencien a través de campañas de publicidad y a través de ferias comerciales, es preferible que nos gastemos el dinero en sacar anuncios de Almería en prensa y televisión que pagarle dietas a la todos los concejales y políticos que acuden a FITUR anualmente. Pero para ello tendríamos que llegar a un gran plan de choque que hoy por hoy es solamente un sueño.