jueves, 2 de julio de 2009

EL VIRUS DE SAN ISIDRO

Año tras año, con el final de la campaña agrícola se da en nuestra provincia uno de los casos más indignantes e injustificados de absentismo laboral entre los trabajadores por cuenta ajena. Para quien no lo conozca, el manipulado hortofrutícola es uno de los sectores que más población tiene empleado en nuestra provincia, la mayor parte de estos trabajadores son de carácter fijo discontinuo por el carácter estacional de la campaña agrícola. Empieza en los meses de septiembre u octubre y dura hasta junio, donde habitualmente se cierran las líneas de envasado y únicamente permanecen abiertos los servicios de administración para dar por finalizado el año. Esta actividad tiene unos momentos picos cuando la actividad es frenética y los trabajadores echan muchísimas horas para poder sacar la producción agraria almeriense. Es a partir de este momento (cuando las bases reguladoras, con las cuales se calculan los subsidios de baja, están más altas) cuando comienza un goteo de bajas de enfermedad común que culmina en junio con cientos de trabajadores yendo al SAS a recoger sus partes de baja escasos días antes de la finalización de sus contratos para posibilitarles lucrar una prestación económica durante el verano. Muchos trabajadores tienen historiales en los cuales no llegan ni al cincuenta por ciento de horas que deberían haber trabajado según sus contratos, trabajan un par de meses con bases reguladoras elevadas y no vuelven a trabajar el resto del año. En algunos almacenes, especialmente los situados en pueblos o barriadas pequeñas, puede darse el caso de encontrarse hasta un cuarto de la plantilla de baja médica. Solo tenemos que detenernos a evaluar una empresa de cien o doscientos trabajadores en la cual hay treinta o cuarenta personas que no acuden a su centro de trabajo habitualmente. Pero no pensemos que esto solo perjudica a los empresarios. Esto nos perjudica a todo el conjunto de trabajadores, los de las propias empresas, porqué son los que sostienen con su esfuerzo el trabajo que no realizan los ausentes y el resto de españoles que pagamos a estos impresentables con lo que se nos retiene de nuestras nominas. Me parece sorprendente como los Servicios de Salud transferidos actúan con tanta desidia e incluso en algunos casos negligencia de una manera periódica. Me sorprende como los sindicatos no actúen frente una situación que perjudica en sobremanera a aquellas personas que si trabajan toda la campaña y que se les sobrecarga con más trabajo debido a la poca responsabilidad de ciertos compañeros. Me sorprende que la Seguridad Social que es la entidad que paga estos subsidios (directamente o través de sus entidades gestoras) no tome cartas en el asunto en estas situaciones y me sorprende que en esta sociedad en la que vivimos esté tan institucionalizado actuar fraudulentamente para la obtención de prestaciones económicas que se suponen pensadas para aliviar situaciones penosas y no para darle ingresos extra a gente con pocos escrúpulos. Pero bueno, estemos tranquilos por qué en septiembre, con el llamamiento a la nueva campaña, todos estos “trabajadores” volverán a estar nuevamente sanos, parece que con la llegada del frio se atenúan los efectos de este oportuno virus que llega con San Isidro.

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