miércoles, 5 de agosto de 2009

LAS CARRERAS UNIVERSITARIAS, ESE GRAN ENGAÑO.

Nuestros padres vivieron una época en la cual aquellas personas que disponían de título universitario tenían a su disposición los mejores trabajos, el duro esfuerzo de muchos años de estudio se veía recompensado con un mejor futuro profesional. Hoy por hoy, esta afirmación es falsa por diversos motivos. El incremento excesivo de titulados ha quitado por completo el valor que suponía serlo. Los políticos han luchado por qué el porcentaje de población con estudios superiores se incremente para no estar a la cola de Europa. Sin embargo, no han hecho el mismo esfuerzo en conseguir un mercado laboral que pueda absorberlos, por lo que tenemos muchísimos titulados en trabajos que no necesitan apenas cualificación. Las estadísticas afirman que los universitarios tienen buenas tasas de empleo pero habría que analizarlas. Las carreras que popularmente se denominan “con salidas” son una trampa, puesto que realmente esos profesionales jamás llegan a realizar un trabajo acorde con sus posibilidades o su cualificación. El simple hecho de trabajar dentro de una oficina no implica nada, siendo la mayor parte puestos administrativos o comerciales que serían perfectamente realizados con un modulo de administración o con mucha palabrería. El hecho de trabajar en un laboratorio controlando la calidad no significa que hagas trabajo de ingeniero, dedicarte todo el día a mirar tomates para ver si tienen la medida y tamaño adecuado no requiere ninguna titulación. Por supuesto viste más cara al exterior tener un universitario desempeñando estas funciones. Las empresas españolas, desgraciadamente, se centran en sectores que requieren un capital humano poco cualificado y habitualmente abusan de la utilización de universitarios, obteniendo escaso rendimiento a las capacidades que tienen. No estoy hablando de explotar a los trabajadores o de no contratar universitarios, hablo de sacar lo mejor de ellos y de ofertarles trabajos más adecuados. Esto evitaría la continua frustración que tienen muchos profesionales al verse en trabajos que no les aportan nada a su realización profesional. La mentalidad del empresario español es que cuantas más personas y más horas más se produce, este error es una de las causas que nos convierte en uno de los países europeos con la tasa de productividad más baja. El estrato empresarial español por regla general no tiene formación alguna pero son los que disponen del capital económico necesario para emprender. El claro ejemplo lo podemos ver estos días con el anuncio de una entidad bancaria que salvo que tengas una idea revolucionaria que no la consiguen llevar a cabo ni en la NASA no te financian sin aval. Este es un problema que no logramos sacudirnos de la economía española, ni siquiera con la tan manida crisis parece que vayamos a cambiar nuestra actitud y este modelo económico fluctuante que promueve el saqueo para posteriormente aguantar el chaparrón sigue triunfando.
También habría que mencionar la importante merma de derechos laborales del colectivo universitario, parece que porqué disponemos de aire acondicionado en nuestros centros de trabajo no tenemos derecho a quejarnos ni hacer huelgas. Siempre debemos estar con una buena sonrisa aunque un cliente nos esté insultando a la cara ¿alguien sabe cuándo fue la última huelga de ingenieros en este país? Sin embargo todos nos enteramos cuando los basureros, conductores de autobús, peones de construcción o de alguna fabrica se ponen en huelga (por cierto en muchos casos ganando bastante más dinero y con mejores condiciones laborales). Tengo conocimiento del cierre de varias entidades bancarias cerca de mi localidad que ha llevado el despido del personal que trabajaba en ellas. Estos hombres y mujeres no tienen derecho a ningún plan especial para darles trabajo en plena crisis. Los trabajadores que ha estado ganando miles de euros mensualmente en dinero negro trabajando a destajo o en pequeñas negocios que tenían ingresos desorbitados por la explosión de consumo de los últimos años, son rescatados por el gobierno porqué son padres de familia, políticamente muy correcto. De ellos había bastantes compatibilizándolo con el paro o la baja médica cuando les interesaba un ingreso extra (conozco muchos casos de estos que ahora lloran porqué el subsidio que tienen es muy bajo o no les queda por no haber cotizado más o haber hecho uso de los subsidios en momentos que no lo necesitaban). Pero les pregunto que hay de los mileuristas que tras años de estudios no tienen dinero para poder formar una familia y que están obligados a vivir con sus padres. Con treinta años quien tiene suerte llega a mileurista con las pagas extraordinarias prorrateadas pero son muchos los que se ven obligados a trabajar con becas por las que les dan remuneraciones que no llegan ni a los cuatrocientos euros y que son utilizados por las empresas para cubrir continuamente puestos que necesitarían personal fijo. Estos empresarios y responsables universitarios se golpean el pecho afirmando lo buenos que son por la colaboración entre las empresas y la universidad.
Siempre nos piden paciencia, nos hablan del futuro en el cual si te conviertes en la marioneta de la empresa tendrás recompensa (eso quien tenga suerte de estar en una empresa grande). Debemos entenderlo, se debe empezar desde abajo e ir subiendo ¿alguien entendería que un médico empezara de celador para que fuera conociendo el hospital y de ahí a unos diez o quince años ya se verá si trabaja de médico? Cualquier titulado debe aceptar que la empresa disponga de su vida totalmente, todos los años vemos la noticia de muchos trabajadores del campo yendo a la vendimia en Francia. Todavía no he visto ningún reportaje sobre como las grandes empresas trasladan inmisericordemente a sus trabajadores, dos años en León, cuatro en las Canarias, uno en Valencia y con suerte dentro de diez o quince años, si hay plaza, te daremos un puesto de trabajo donde quieras. Está claro que nosotros firmamos los contratos y conocemos esta posibilidad pero si no lo hacemos ¿en qué trabajamos?. Conozco bastantes empresas cuya política de recursos humanos consiste en forzar a los trabajadores a trasladarse si quieren progresar aunque pudieran quedarse donde ellos desearían. La escusa es siempre la misma, si algunos son capaces de priorizar la empresa a su vida personal merecen más premio aunque sean peores profesionales. Esa es la vida de muchísimos universitarios. Para nosotros no hay planes de reubicación en otras fábricas cuando cierra o se traslada una empresa y como quieras montarte por tu cuenta es peor todavía puesto que las ayudas estatales directamente no existen. Una persona puede vivir del cuento sin dificultad, entre ayudas y subsidios, pero como quiera trabajar por su cuenta o tienes dinero previamente u olvídate de conseguir financiación.
Reivindico para todos los universitarios algo más de respeto y dignidad en nuestros trabajos, tenemos en este país un buen colectivo de trabajadores cualificados que son ninguneados diariamente y que a nadie parece importarle. Me gustaría que los sindicatos nos prestaran más atención y no se centraran en otros colectivos de trabajadores más “mediáticos”. Los empresarios deberían adecuar más sus solicitudes a lo que realmente necesitan o nunca podrán sacar verdadero provecho a sus empleados y por último nuestros políticos, deberían de mirar en conjunto, para eso cobran, deberían adaptar la formación de sus trabajadores a su mercado laboral o si quieren adaptarlo tomar medidas a medio y largo plazo para que esto suceda. De poco o nada sirve tener un alto porcentaje de titulados superiores si no tienes trabajo para ellos, solamente generas titulados infelices porqué les hicieron una promesa que no verán cumplida.

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